75 cumpleaños de la Vespa

La icónica moto Vespa cumple 75 años. Está de cumpleaños. Generaciones y generaciones se han subido a este diminuto vehículo porque representa libertad, innovación, progreso… Y ahora ya es un mito inherente a nuestra a sociedad y a nuestra historia.
Nació al final de la Segunda Guerra Mundial, en un momento de privaciones, pobreza y escasez a raudales, pero un extraordinario escepticismo sobre su futuro, que no ha impedido que este icono inundase calles y carreteras del mundo entero, transformándose en uno de los grandes emblemas de la industria italiana.
A la vuelta de los años, este medio de locomoción original, económico, práctico y efectivo se ha convertido en un vehículo de coleccionistas, simbolo de culto para expertos en coleccionismo, imagen de movimientos juveniles, símbolo de reivindicaciones, insignia de libertad. La Vespa ha sido protagonista de películas inolvidables… de historias de amor inmortales.
18 millones de unidades se han vendido en estos 75 años, evolucionando su diseño al compás del diseño industrial y de la evolución de la industria. Ha sido convertida en motocarro o se le han acoplado sidecares para incrementar su capacidad de transporte. Aquel pop pop pop pop del motor al ralentí en las versiones del siglo pasado se ha convertido en una sinfonía generacional que sigue enamorando a multitudes de entusiastas.

75 años después, el diseño del ingeniero aeronáutico e inventor Corradino D’Ascanio se mantiene más de actualidad que nunca. Su magnetismo se sigue respirando en muchas de nuestras calles y carreteras. D’Ascanio odiaba las motos, y tal vez por eso se apartó del diseño tradicional cuando el industrial Enrico Piaggio le encargó la creación de un vehículo de bajo coste ideal para un país emergente de la guerra sobre la base del MP5, un peculiar vehículo popularmente como Paperino (así llaman en Italia al Pato Donald) lanzado en 1994, que pasó sin pena de gloria.
El revolucionario vehículo presentaba innovadoras soluciones como la supresión de la cadena y el chasis tubular, el cambio de marchas en el manillar, la suspensión delantera inspirada en el tren de aterrizaje de los aviones y una carrocería que protegía al conductor de la suciedad de la mecánica y el viento. El conductor iba sentado sobre la moto, no con la moto entre las piernas, un detalle crucial para extender el mundo de las dos ruedas a las mujeres con falda –en el primer cartel publicitario de Vespa conduce una mujer– y a un segmento muy representativo en la época: los curas con sotana.
Las primeras 15 Vespa se presentaban el 23 de abril de 1946 en el Círculo de Golf de Roma. A la vez que comenzaba la producción en la fábrica de Pontedera, cerca de Pisa, convertida ahora en un museo donde se exponen maravillas como el primer prototipo, la Vespa helicóptero utilizada en una cinta de James Bond, pasando por unidades que utilizó Giorgio Bettinelli en sus grandes viajes, el primero de Roma a Saigón, o vehículos decorados por artistas y diseñadores de renombre.

¿Quién no recuerda películas inolvidables como Vacaciones en Roma (William Wyler, 1953), que concluye con un adiós entre los protagonistas: – No sé cómo despedirme. No encuentro palabras… – No son necesarias? Pasear como lo hicieron Audrey Hepburn y Gregory Peck son una delicia que muchos jóvenes, y otros no tan jóvenes, han hecho suyo a lo largo de todos estos años… Y ya no hablamos de los clubes de propietarios regados por los cinco continentes: desde China hasta Israel, pasando por Australia, Ecuador, Filipinas o Albania, la supervivencia de este legendario vehículo que trasciende a las calles y carreteras está asegurada.
La Vespa está de cumpleaños y la mejor manera de celebrarlo es seguir dándole vida otros 75 años… como mínimo. En definitiva, es seguir escribiendo nuestra historia con retazos de libertad y de futuro.
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