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La «Cincomarzada», la gran fieta popular de Zaragoza

Es 5 de marzo, y hoy es un día festivo en Zaragoza. Se celebra la tradicional «Cincomarzada». La ‘cincomarzada’ fue un enfrentamiento entre zaragozanos isabelinos y carlistas que tuvo lugar el 5 de marzo de 1838. Se celebra anualmente como fiesta popular, con comida y bebida traída por los propios ciudadanos y amenizada con música y juegos. Durante muchos años se celebró en el Parque del Tío Jorge y durante unos años de diáspora por distintos parques de la ciudad, en el año 2014 volvió a su emplazamiento original de dicho parque.

Pero situémonos en un contexto histórico.

Cincomarzada, Espartero
Fotografía: @BIOGRAFAS

En 1837 el ejército carlista de la Expedición Real había sido derrotado por las tropas de Espartero pero el general carlista Ramón Cabrera seguía controlando el área del Maestrazgo y sus opciones tácticas pasaban por ampliar su presencia en las áreas contiguas, bien a zonas de Tarragona, Castellón o Teruel o bien hacia el noroeste, lo que situaba a la ciudad de Zaragoza y sus comarcas próximas dentro de este horizonte. La posición estratégica de la ciudad, además, era muy importante, por estar a medio camino entre el Maestrazgo y el área vasco-navarra y por ser centro administrativo, militar y logístico.

Otra motivación que tenían los carlistas para intentar tomar Zaragoza por sorpresa era atraer hacia la ciudad a una parte de las tropas isabelinas y así tratar de aliviar la presión que podían ejercer estas sobre las fuerzas carlistas que en aquellos momentos sitiaban Gandesa. Así pues, Juan Cabañero y Esponera —no está claro si fue por iniciativa propia o bien por orden de Cabrera— se dirigió a asaltar la ciudad, que en aquellos momentos se hallaba casi desprotegida, con dos mil ochocientos infantes y trescientos hombres de caballería.

Las tropas de Juan Cabañero, que hasta el 24 de febrero de 1838 habían estado en Gandesa, partieron el 3 de marzo desde Alloza, pasaron por Ariño, Lécera, Belchite, Codo (Zaragoza) y Mediana, y llegaron a las inmediaciones de la ciudad de Zaragoza la noche del 4 de marzo. Durante la madrugada del 5 de marzo, aprovechando la noche, un destacamento asaltó la muralla y destrozó un sector de la misma para facilitar la entrada del resto de las tropas.

Fotografía: @heraldoes

Después, se repartieron por distintas zonas de la ciudad para controlar una serie de puntos estratégicos. Inicialmente consiguieron sus objetivos, ayudados probablemente por algunos partidarios del carlismo que había dentro de la ciudad, sin apenas derramamiento de sangre, pero cuando fueron descubiertos y se dio la voz de alarma tuvieron que enfrentarse a la resistencia de los milicianos, pero también de civiles de la ciudad, que respondieron al ataque armados con cuchillos, utensilios de cocina y agricultura, armas de caza, así como aceite y agua hirviendo. Al amanecer los combates se intensificaron y, dado que no conseguían tomar la ciudad en su totalidad, parte de las tropas carlistas se refugiaron en la iglesia de San Pablo y en el convento de Santa Inés, donde se rindieron, y el resto huyeron y abandonaron la ciudad. Las bajas en el bando carlista se cifraron en 217 muertos y unos 300 heridos, mientras en el bando liberal se contaron 11 muertos y 50 heridos. Tras el fracaso carlista, se añadió al escudo de la ciudad la titulación de “Siempre Heróica”.

Se cuenta que Cabañero, nada más ocupar la ciudad, entró en una chocolatería y pidió un tazón de chocolate caliente pero tuvo que huir sin haberlo probado. En 1840, unido tras el Convenio de Oñate a Espartero, entró en Zaragoza formando parte de las tropas isabelinas que habían de combatir a Cabrera. Los zaragozanos, al verlo desfilar por sus calles, le gritaban: «¡Cabañero, que se te ha enfriado el chocolate!».

Cincomarzada
Fotografía: @hoy_aragon

Zaragoza, año tras año, tras la llegada de la democracia celebra esta fiesta reivindicativa dentro de un plano popular y festivo muy consolidado en el corazón de los zaragozanos. El Ayuntamiento que lidera Jorge Azcón, por su parte, siempre prepara un amplio programa de actividades que viene acompañado de todos los servicios públicos necesarios para que la fiesta se celebre en paz y con seguridad, especialmente un amplio dispositivo de seguridad, movilidad y limpieza.

No hay ninguna duda de que es una fiesta intrínsecamente impregnada en el ADN de los zaragozanos. El año pasado, tal día como hoy, en este mismo espacio publiqué un artículo titulado: «Cincomarzada, en la historia y en el corazón de los zaragozanos», en el que hablaba de la tradición de esta fiesta y de sus orígenes.

En este video se explica claramente esta conmemoración que, por encima de cualquier otro calificativo, es una fiesta de hondo calado popular:

 

(Fuente:  Esta es mi tierra)

Una año más la «Cincomarzada» es una conmemoración para celebrar desde la convivencia, la participación y la unidad de los zaragozanos. Sin diferencias ni distancias.

(Fotografía de cabecera: Wikipedia)

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