La política como si fuera un juego de mesa
Decia Giulio Andreoitti que gobernar no consiste en solucionar problemas, sino en hacer callar a los que los provocan. No le faltaba razón al político italiano porque estamos muy acostumbrados a tropezarnos con políticos que no resuelven problemas. No saben; utilizan la política como si fuera un juego de mesa. Una torpeza de consecuencias importantísimas.

Lo hemos visto estos cuatro años en Gijón. Su alcaldesa, la socialista Ana González y el concejal de movilidad, Aurelio Martin, se han convertido en el principal problema para muchos gijoneses. Ocurrencias que han terminado en el Pleno. El resultado: una ciudad abandonada a su suerte, sucia, sin rumbo, y ausente por completo del foco de atracción turística y económica. Lo he dicho muchas veces. Me reitero. El político de turno no puede convertirse en el principal problema de los ciudadanos. Debe ser, como dice Andreoitti, quién solucione los problemas. Jamás quien los cree. Mucho menos quien los alimente o enfrente a los ciudadanos.
Pero nunca es tarde para una nueva estupidez. En esta ocasión la ha protagonizada Tomás candidato de la coalición Teruel Existe-Aragón Existe a la presidencia del Gobierno aragonés. Este señor actualmente es diputado en el Congreso por el propio Teruel Existe; es decir, no es un neófito en la materia. Aún asi, ha salido con una patochada que no se sostiene ni con cemento. Pide al Gobierno de Aragón «dar ejemplo descentralizador y trasladar al menos una consejería a Teruel y otra a Huesca». Quiero pensar en positivo y creer que no es consciente de estas declaraciones. Ya que además habla del reequilibrio territorial. ¿Será consciente de lo que dicho? Decididamente no.
Trasladar dos consejerías desde Zaragoza a Huesca y Teruel implica una serie de inconvenientes graves que ni el Gobierno de Aragón ni cualquier otro gobierno autonómico pueden permitirse por muchos motivos.
En primer lugar, el económico. Supone un gasto económico descomunal adoptar estas medidas y llevarlas a la práctica. No es fácil desde un punto de vista económico trasladar dos consejerías completas a otras dos provincias, por todo el gasto corriente que ello implica, además del gasto extraordinario y de infraestructura y logística.
A esto hay que añadir otro problema mucho mayor. El personal. ¿Qué hacemos con el funcionariado y personal laboral? ¿Van a ir y venir cada día desde su casa a la otra provincia con el gasto que con lleva? ¿Vamos a mandarlos a casa directamente, y abrir una bolsa de empleo global en las nuevas provincias?
Aún hay más inconvenientes. Cuando el consejero o los directores generales tengan que despachar con el Presidente o tengan comparecencias o plenos en el parlamento autonómico, ¿van a estar yendo y viniendo todas las semanas de una ciudad a otra, con el gasto implícito que ello conlleva?
Es más que evidente que Tomás Guitarte no ha medido ni ha reflexionado lo que implica trasladar dos consejerías a Huesca y Teruel. Se llama insensatez.

Que Tomás Guitarte califique de “valor ejemplarizante” esta propuesta es de risa. Si queremos combatir la despoblación y estimular la natalidad, igual tenemos que pensar cómo atraer a esos territorios empresas que generen puestos de trabajo y dotarlas de una buena red de comunicaciones y de infraestructuras. Por ejemplo… O facilitar que los autónomos que se instalen en esos territorios y no generen ingresos suficientes, queden liberados del pago de la cuota de autónomos… O facilitar la gratuidad de la escolarización en las franjas de 0 a 3 y de 3 a 6 años para que liberar a las familias de ese gasto…
En política no vale todo. Antes de hablar en público o de concendcer entrevistas hay que documentarse. No vale,hablar por hablar. Cuando un cargo político o un candidato (como en este caso) anuncia una medida hay estudiar muy bien el fondo y la forma. También los inconvenientes. Evitaremos hacer el ridículo como ha hecho Guitarte. Nada nuevo en él desde 2019.
(Fotografía de cabecera: @pixabay)
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