Analizando la Atención Primaria
La pandemia de la Covid-19 dejó a la vista todas las costuras de nuestro sistema de salud, especialmente de la atención primaria. Un colectivo que se encuentra saturado, asfixiado, y con enormes carencias desde distintas ópticas.
La atención primaria es la primera barrera de choque de los ciudadanos en el sistema de salud. Por eso, lo primero que las administraciones públicas deben hacer es dotarla convenientemente del personal necesario para cubrir bajas, jubilaciones, guardias, y demás contingencias. Para prestar un buen servicio es imprescindible dotarlo de los recursos humanos suficientes. Estamos ante un problema grave. Sin personal no hay calidad de servicio.
Otro problema importante del que se quejan los profesionales de Atención Primaria es no disponer de tiempo suficiente para atender en consulta a los pacientes crónicos con la calidad necesaria. Actualmente la sociedad española tiene más pacientes crónicos. Según la Encuesta Europea de Salud (publicada por el INE en el año 2020), más de veintiún millones de personas padece una enfermedad crónica; es decir, el 54,3% de la población total. Ello implica que los enfermos crónicos necesitan un abordaje especial. El primer abordaje hay que realizarlo desde la propia Atención Primaria porque una consulta para un enfermo crónico no requiere el mismo tiempo que para una persona que no lo sea.
Si hablamos de presupuesto por habitante, observamos que en Extremadura se dedica 351 €. Estamos al más alto de toda España. Mientras que la media nacional está en 269 € por habitante. La inversión por habitante debería ser mucho mayor porque no puede ser que comunidades autónomas como la Comunidad de Madrid sólo invierten 155 €. Sin inversión en sanidad, no hay servicios. Sin servicios no hay calidad de asistencial.
Todo esto se une al importante envejecimiento de la población española que no ayuda a paliar los problemas de la Atención Primaria. Al contrario. Los agrava considerablemente.
A todo ello, se une el mundo rural. Los consultorios rurales reúnen escasos (por no decir nulos) incentivos para convertirse en polos de atención de nuevos profesionales.
En Atención Primaria, como en cualquier otro sector sanitario, lo más fundamental es el factor humano. Sin profesionales poco se puede hacer. Por eso urge racionalizar su actividad diaria, empezando por disminuir la agenda diaria de visitas. Siempre quedará ‘en la nada’ lo que se quede sin ver en el día.
No consiste sólo en atender al paciente. La Atención Primaria es mucho más. Hay labores de formación, de investigación, sesiones clínicas…
La Comunidad de Madrid es la única comunidad autónoma en la que más personas tienen contratado un seguro médico privado. Al tener una densidad de población tan grande, tiene una esperanza de vida muy superior al resto de comunidades autónomas; la más alta de todo el territorio español. Y también estamos ante la única comunidad autónoma cuyos consultorios de primaria abren en horario de mañana y tarde.
Según el doctor José Polo, presidente de SEMERGEN, faltan alrededor de dos centenares de plazas de médicos sin cubrir. Ello se debe a que la Atención Primaria no es atractiva porque el 75% de su actividad es un trabajo burocrático; y los residentes no quieren optar por esta especialidad debido a los contratos tan precarios que padecen.
El doctor Antonio Siso, presidente de la Sociedad Catalana de Médicos de Familia ha señalado que se necesitan médicos que expliquen la profesión, que hagan entender y comprender que esto va de la atención a personas.
Todo ello se une a otro problema social importante. La población envejece cada vez más. Gracias a los avances médicos, muchas personas sobreviven a enfermedades crón icas o a enfermedades graves. Estamos ante enfermos polimedicados con pluripatologías, que requieren una atención multidisciplinar. Estos pacientes requieren posteriormente un seguimiento posterior desde Atención Primaria que exige un seguimiento muy continuo y complejo.
Para enderezar la situación se requiere la ayuda de todos los sectores implicados: los profesionales, sociedades médicas, pacientes y gestores. Si no se pone remedio de manera apremiante, la actual situación puede terminar colapsando los servicios de Urgencias en toda España.
Los servicios no pueden ser la única solución como salida al colpaso de la Atención Primaria.
Ha costado mucho esfuerzo tener un sistema de sanidad libre, público, equitativo, gratuito, que contribuya a una de las esperanzas de vida más importantes del mundo. Un sistema de salud que ha contribuido a menos hospitalizaciones y, por consiguiente, a menos mortalidad.
Este Sistema Nacional de Salud es un sistema solidario, en dónde las personas más sanas y con más recursos hacen el esfuerzo de proteger a los más vulnerables (personas más enfermas y con menos recursos). No podemos permitirnos la licencia de que este modelo quiebre. Hay que arrimar el hombro entre todos y salvarlo del precipicio.
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